La gestión de proyectos es la principal habilidad de un gerente o coordinador. Sin embargo, existen otras habilidades que te pueden ayudar a ser aún mejor. Las buenas prácticas pueden garantizar el éxito y cumplimiento de metas tanto personales como empresariales.
Hacer que tu equipo participe y entregue cualquier proyecto a tiempo es un gran desafío. Queremos ayudarte. Para esto, te decimos qué habilidades debes perfeccionar para gestionar mejor tus proyectos.Saber comunicarse es vital, ya sea en junta, una conferencia telefónica, en una presentación o dando instrucciones. Todos estos requieren buenas habilidades de comunicación. Sé claro con tus mensajes y siempre mantente abierto a la retroalimentación.
A la mayoría de nosotros no nos gusta el conflicto, pero huir de los problemas no es constructivo y crea un mal ambiente laboral. Cada equipo pasa por momentos difíciles con desacuerdos. Así, la capacidad de resolver conflictos es una habilidad muy deseable. A través de una resolución efectiva de problemas puedes evitar demoras y futuros conflictos en el proyecto.
Trabajar en equipo y saber manejarlo es muy importante. Como líder del equipo o gerente debes conocer el potencial y habilidades de cada miembro. Asimismo, debes conocer cada una de las funciones de cada puesto bajo tu cargo. Solo así podrás establecer objetivos, delegar tareas y fomentar el trabajo en equipo para mejorar el flujo de trabajo y cumplir los objetivos.
Las cosas nunca irán exactamente según el plan. No es un signo de mala gestión si las cosas no salen justo como querías. Lo que es importante, y un signo de buena gestión, es que cuando se produzca algo inesperado, tengas una solución o plan b. Una buena planificación le permitirá a tu equipo obtener los mejores resultados posibles y aumentará las posibilidades de una entrega exitosa del proyecto.
El mundo laboral está en cambio constante, ya sean transiciones de poder, nuevas reformas o el inicio de la transformación digital. Las organizaciones pueden responder a estos cambios ejecutando proyectos con un inicio y una fecha de finalización claros. Los proyectos nos dan la oportunidad de enfrentar el cambio de una manera planificada, pero flexible.